EN RELACIÓN A LA VOZ “GUANCHE”

 

 EN RELACIÓN A LA VOZ “GUANCHE” (*)

Desde el legítimo derecho de réplica intentaremos rebatir, utilizando el método científico y los soportes documentales necesarios, la teoría del Profesor de la ULPGC, M. Trapero, en relación con un supuesto origen francés de la voz “guanche”. Así lo afirma en un diario de las Islas en 2000, basándose en un artículo anterior publicado en el AEA nº 44 (1998), editado por el Patronato de la Casa de Colón de Las Palmas de Gran Canaria.
Adaptaciones complejas de tipo lingüístico-semántico y afirmaciones basadas en la simple intuición constituyen los ingredientes de este trabajo. Da la sensación, leyendo en profundidad el mismo, que su amplísimo texto quisiera compensar su contenido a base de abundantes y prolijos datos, sólo entendible en una concepción muy “sui generis”.
El trabajo lo lleva a cabo con la colaboración de una profesora de Filología Hispánica de la Universidad de Salamanca, Elena Llamas Pombo de la que, por cierto, observamos que no cita su nombre al aludir a ella en el artículo periodístico dirigido al gran público (¿para no comprometerla?), ni se refiere a la asignatura de la que es titular: Filología Hispánica. Sólo dice que es “una profesora de la Universidad de Salamanca.” Igualmente, observamos que en la lista de colaboradores que figura al principio del Anuario de Estudios Atlánticos (AEA) no aparece la especialidad de dicha profesora: sólo dice ”Profesora titular de Filología de la Universidad de Salamanca..”.¿Porqué? ¿Dejar en la nebulosa la especialidad: ¿Hispánica? ¿Francesa? Si hubiera sido esta última no lo hubiera dudado: la hubiese citado (para dar más fiabilidad a su teoría) como Profesora de Filología Francesa. Por tanto, estamos ante una Profesora de Filología Hispánica “que está haciendo una tesis sobre francés medieval..”, como se indica en el artículo periodístico. Ya se sabe que una licenciada en Filología Hispánica tiene sus limitaciones a la hora de investigar un texto de francés medieval.
Defiende el Sr. Trapero, en primer lugar, el “galicismo” de la palabra canaria “guanche” en base a ”la existencia en francés antiguo y medio de dicha palabra escrita con esta misma ortografía y pronunciada, en la época en que Jean de Bethencourt conquistó las Islas, prácticamente igual (?) que la palabra homógrafa del español actual” (AEA,157). Dicho así, de golpe, pudiera impresionar a más de uno. Pero no cita concreta y explícitamente ni el autor, ni la obra, ni la página que pudiera contener dicha aseveración. Lo que sí hace, como luego veremos, es citar una serie de Diccionarios del Francés antiguo y medio y extraer de ellos una tonga de voces fonéticamente próximas con diversos significados (esquivar, girar, voltear, ect.), intercalando inteligentemente entre ellas su “guanche” como “variante”, relacionando aquellos ”…con las acciones y aptitudes de los primeros canarios descritas en las crónicas antiguas..” (AEA, p.157).
Parte de las voces “guenchir” y “guenche” y alude al autor A.J. Greimas (1968):
“Por nuestra parte creemos que una de las funciones principales de “Greimas, en su breve diccionario del francés antiguo hasta mediados del s.XIV, clasifica en una misma entrada el lema “guenchir” y su variante “guenchier”. “Se trata”-dice-”de las formas que más frecuentemente encontramos en los textos antiguos”. A continuación entre paréntesis expresa:
(Como saben sus usuarios este diccionario no incluye las variantes gráficas que implican cambios fonéticos desde el punto de vista diacrónico; por ejemplo, ante “en” y “an”, se prefiere “en”. Por lo tanto, entre “guenche” y “guanche” se prefiere la primera forma, menos evolucionada)” (AEA,159)
Es decir, reconoce que en el Diccionario de Greimas sólo aparece la voz “guenche”, menos “evolucionada” (?) y no la voz “guanche”, con lo cual intenta sugerir al lector, de forma hipotética, presuponiendo que la voz “guanche” es una forma “más evolucionada” del francés antiguo.
Visto lo anterior, cita diversos diccionarios del francés antiguo y medio de varios autores en los que, curiosamente, como luego veremos, existen bastantes voces fonética y casualmente similares a “guanche”, casi ninguna con la sílaba inicial “guan”.
Eso sí, entre los deverbales intercala su variante “guanche” porque así lo supone. Las citas de estos autores no incluyen la página concreta (con lo que podría dar fuerza y credibilidad a su tesis) excepto en un autor: Wartburg (FEW), en el que sí cita la página concreta, seguramente porque le interesa una de sus formas verbales: ”guanchir”, única documentada en la que aparece el fonema “guan” y que le sirve de base para sus conjeturas: ”guancher” y “guanche”, no documentadas. Veamos lo anterior con detalle:
1) ”Greimas y Keane, en su pequeño diccionario de francés medio citan....”ganchir” y en segundo lugar la variante “guenchir” (AEA,159).
2) ”Godefroy, en su diccionario del francés desde el siglo IX al XV, aporta todas las variantes y los dos verbos siguientes: "guenchier, gwencher, guincher, guyncher, guencier, y guenchir, ganchir, gangir, gainchir, guencir, gancir, gueinchir, genchir, gencir.” Y el deverbal: "guenche" (guanche) (?), "ganche", "gaianche” (AEA,159).
3)”Wartburg (FEW 17, 555) distingue dos formas verbales diferentes, con sus respectivas variantes:
"guenchir, guencir, guincir, gainchir, wainquir, guanchir, ganchir, guenchir" y la segunda: "guencier, guencher, guenchier, gwenchier, guincier, ganchier, guincher, guyncher", y un sustantivo deverbal con las variantes: "guenche, gance, ganche, guenche" (AEA,160).
4) ”Tobler y Lommatzsch, distinguen los verbos: "guenchier, guincher y guenchir" y registran los sustantivos femeninos: "guenche (deverbal de guenchir), "guencheue, guenchie" y el adjetivo "guenchois" (AEA,160).
Como se puede apreciar, voces medievales de origen europeo que, aunque tengan un cierto parecido fonético con la voz amazigh “guanche” (lo veremos más adelante), no deja de ser una simple coincidencia. Sigue el Sr. Trapero curándose en salud cuando afirma:
...“De estas abundantes variantes gráfico-fonéticas, podemos extraer dos observaciones que interesan a nuestro caso:
a) Aunque las formas más frecuentes en el francés antiguo son "guenchir, guenchier y guenche", las formas "guancher, guanchir y guanche", están también atestiguadas (?) y pueden, por consiguiente, explicar formalmente el canario “guanche” (AEA,160).
b) El sustantivo "guenche" también está atestiguado en la forma "ganche", que es más evolucionada (?) y por tanto más propia de los comienzos del s.XV, que es la época que nos interesa para nuestra etimología” (AEA,160) (las interrogaciones son nuestras)
En relación a esto último, el Sr.Trapero registra el sustantivo deverbal "ganche", arriba citado (Wartburg, FEW 17, 555), como perteneciente al francés antiguo (AEA.,160), período que va, según él, desde el s.X al s. XIII o, como mucho, hasta mediados del s.XIV (Greimas).
¿En qué quedamos? Es una manifiesta contradicción cronológica. Continúa después con los significados de todas estas voces, ”asimilándolas” con las cualidades guerreras de los antiguos canarios. De forma resumida expondremos al lector algunas frases, voces y sus significados correspondientes, traducidos del francés por el Sr. Trapero y la Sra. Llamas y tomados de diversos poemas épicos medievales franceses (AEA p.162 a 169), a fin de sacar sus propias conclusiones:
1).-“a lui ganchist” <> ”se desvía hacia él”
2) ”Au bien gauchir” (variante de “ganchir”, según ellos)<>”al virar bien”.-
3) ”a la guenchie”<>”del revés”.
4) ”Mennon guenchi contre Achillés” <> ”Agamenón se fue contra Aquiles”.
5) ”Sachez que grant esforz i firent, cil qui devant le pas guenchirent” <> ”Sabed que muy esforzados fueron allí, los que combatieron en primera línea” (?) (la interrogación es nuestra)
En esta última frase la verdadera traducción de “firent” es “hicieron” y no “fueron” como traducen equivocadamente los mencionados filólogos españoles, confundiendo “firent”=“hicieron”, 3ª persona plural del verbo “faire”=”hacer” ,con “furent”=”fueron”, 3ª persona plural del verbo “aller”=“ir”, formas verbales que permanecen en el francés actual; y varias citas más que harían muy extenso nuestro artículo. De todas formas daremos todas las acepciones o traducciones que el Sr. Trapero da a la palabra canaria “guanche”, ”cualidades” que, según él, vieron los normandos de Bethencourt en los naturales de Lanzarote en 1402 para atribuirles esta antigua voz francesa: “desviar, virar, dar un revés, ir en contra, combatir, herir, dar media vuelta, girar, sortear, escapar, huir, huir haciendo “eses” (en zig-zag). También “dar rodeos, volverse, apartarse, evitar, dar un quiebro, retorcer, ser ágil. Después de enumerar todos estos significados contenidos en este gran “saco” semántico, al final, el mencionado autor señala, curándose en salud otra vez:
”Este mismo diccionario (Godefroy, sin citar la página) señala que guenche y guanche podían significar en francés antiguo, “agilidad del cuerpo”, aunque ninguno de los ejemplos aportados nos parece lo suficientemente claro” (AEA,169).
Por otro lado, la voz “guanche” no se documenta en ninguna crónica histórica en lengua francesa. Así, no aparece en Le Canarien, la más conocida de las fuentes escritas de principios del s.XV, coincidiendo con la llegada de Bethencourt a Lanzarote, la primera isla canaria en la que se inició la conquista del Archipiélago por los europeos en 1402. Posteriormente, tampoco aparece en las traducciones al francés de las crónicas de Alvise Cadamosto, que estuvo en las islas en 1455. Se hacia alusión a los “canarios”, ”idólatras”, ”paganos”, etcétera, pero nunca a los “guanches”.
En la citada crónica de Le Canarien está confirmada la ocupación pacífica de la isla de Lanzarote llevada a cabo por los franceses (Le Canarien IV, A.Cioranescu y Abreu Galindo I Ed.1977). Asímismo L.Torriani (Ed.1978:38) nos dice al respecto:
”...a dos hombres naturales de Lanzarote, cautivados por los vizcaínos 20 años antes; los cuales ya hechos cristianos, favorecidos por Letancurt, persuadieron a los isleños a que se rindiesen, con prometerles de parte del francés paz y libertad; de modo que los isleños, aunque estuviesen ya puestos en orden para defender su patria, se rindieron y recibieron a Letancurt por su señor, siendo bautizados...”
Queda pues demostrado que los “mahos” de Lanzarote ni se “desviaban”, ni se ”viraban”, ni “herían”, ni “iban en contra”, ni “huían haciendo “eses”, ni se “apartaban”, ni se “giraban”, ni se “retorcían”, ni tuvieron ocasión de mostrar su “agilidad” en el combate contra los europeos. Más o menos fue lo que ocurrió posteriormente en la isla de Fuerteventura con los majoreros que practicaban la guerra de guerrillas al invadir aquella los franceses:
”cuentan antiguos naturales de esta isla de Fuerteventura que haberse ganado tan fácilmente esta isla fue por las amonestaciones de Tibiabin y Tamonante” (L. Torriani, 1592).
Aparte de la función religiosa, en un principio la misión de Tamonante era inducir al combate a los majoreros en la defensa de la isla. Al final aquellas serían “convencidas” por los mahos lanzaroteños ya cristianizados que envió Bethencourt poco antes de la definitiva incursión militar, ya que hubo una hostilidad inicial de los isleños al primer desembarco europeo por Corralejo. Esa hostilidad se basaría, repetimos, en la guerra de guerrillas (atacar y ocultarse) y no, como afirma el Sr.Trapero, en esquivar un golpe permaneciendo inmóvil en un punto, o enfrentarse abiertamente emprendiendo la huida haciendo “eses” (?) (AEA,170), como si de un juego se tratara.
Otra argumentación que utiliza es la toponimia. El étimo “guanche” está extendido por toda la geografía canaria por simple extensión del término-originario de Tenerife, como más adelante veremos- y no por su origen francés, como él afirma, en razón a las cualidades de los isleños desde la conquista de Lanzarote. Ocurre algo parecido con la voz “canario” (en un principio el natural de Gran Canaria) que más tarde se amplió a la denominación de todo el Archipiélago. De este modo el topónimo “guanche” aparece en todas las Islas como voz adoptada a partir de la mitad del s.XIX para designar a los primeros habitantes de Canarias, por S.Berthelot primero y más tarde por R.Verneau (E.Serra, 1961). Insiste el Sr.Trapero en que también se llaman “guanches” los naturales de las otras Islas por la toponimia y el lenguaje común, desde los inicios del s.XVI ( sin probar con ninguna clase de documentos esta afirmación). Después, él mismo señala:
”Cierto que no podemos dejar de reconocer que son los textos de los historiadores de la 2ª mitad del s.XVI- o quizás haya que adelantar su uso a los últimos años del s.XV y primeros del s.XVI, con las Datas de Tenerife- los primeros en documentar la voz “guanche” y que esta se aplica en ellos específicamente a los habitantes de Tenerife” (AEA,151).
Lo anterior dicho por el propio Sr. Trapero consolida las teorías del origen tinerfeño de “guanche”, más tarde, como indicamos más arriba, extendida al resto de las Islas. Asímismo enumera los distintos topónimos en los que aparece la voz “guanche”, ya extendida a las distintas Islas a partir de mediados del s.XIX:
En Gran Canaria: 7; en La Palma: 6; en El Hierro: 5; en Fueerteventura: 3; en Lanzarote: 5; en La Gomera: 4 (AEA,141-145). Curiosamente, de la cuna de la palabra “guanche”, de Tenerife, afirma que “es de la única que no tenemos información ajena a la cartografía militar..”(AEA,141). ¡Qué casualidad!, justo en esta isla, con lo fácil que es conseguir bibliografía, cartografía y tradición oral relativa a ella....
Es por esto que sólo consigna 4 topónimos en dicha isla: La Guancha ,en el norte; La Guancha, en Candelaria; El Guanche, en Buenavista y Los Guanches, en La Laguna. Nosotros investigando también en la cartografía militar y en Bethencourt Alfonso (II) encontramos como mínimo, y sin profundizar mucho más en la tradición oral, 12 topónimos más: Morra del Guanche (límite Arico-Fasnia); Cuevas de los Guanches (costa en Icod Vinos); Barranco de Cho Guanche (El Escobonal); Cañada de los Guancheros (Las Cañadas); Medida del Guanche (Granadilla); El Tiro del Guanche (costa de Granadilla y Boca Tauce, Altos de Adeje y Vilaflor); Lavatorio de los Guanches (Cerrogordo, La Guancha); Escalera de los Guanches (Risco Biseche,Arona); Acequia Vieja de los Guanches (Altos de La Orotava); Corral del Guanche (Cumbres de Arafo); Eras de los Guanches (Valle Guerra). Total: 16 topónimos.
En cuanto al apellido “Guanche”, el Sr.Trapero señala a título orientativo las veces que aparece dicho apellido en la Guía Telefónica en toda Canarias (AEA,153). Así, en la isla de Gran Canaria, existen cuatro “Guanche” en Las Palmas y uno en Arucas y no aparecen en el resto de Islas Orientales. En Tenerife, por el contrario, 56 en Santa Cruz y La Laguna; 2 en Adeje; 20 en Candelaria; 2 en Garachico; 10 en Güimar; 1 en Puerto de la Cruz; 3 en Los Realejos y 22 en Tacoronte. No aparece, según el mismo autor, ninguno más en el resto de la isla, ni en el resto de las islas occidentales. Por nuestra parte, creemos que en Tenerife pueda haber muchos más que no dispongan de teléfono, que no figuren o que tengan “Guanche” como segundo apellido, no contabilizados.
(*) (Artículo publicado en el Diario “Liberación”, nº 34 y 35, febrero 2000)
(Centro Estudios Imazighen de Canarias, “TAMUSNI”)
 
                           ORIGEN DE LA VOZ “GUANCHE” (continuación)
Como hemos visto M. Trapero (1998, 2000, 2007) señala el origen de esta voz en un supuesto galicismo sobre la base de un verbo francés arcaico (“guenchir”=”moverse lateralmente, esquivar”), en relación a la entrada de los normandos a Lanzarote en 1402, a cuyos habitantes llamó “guanches” y a partir de ahí a los habitantes de todas las islas. Por nuestra parte, en base a argumentos históricos documentados y lingüísticos, creemos que la voz “guanche” es exclusiva de Tenerife y más tarde adoptada para todo el Archipiélago debido a la información de René Verneau y Sabin Bethelot a partir de la 2ª mitad del s. XIX. El primario puede asociarse a la formulación tuareg del Ahaggar "wa n echcheḍ"= lit: "este del fatídico" (volcán), del adjetivo m. sing. “echcheḍ”(CH Ḍ)= ”malo, fatídico”, metafóricamente relacionado con el volcán Teide y, por extensión, al habitante (“hijo del volcán”) de la isla de Tenerife (la isla del infierno), en donde se produjeron erupciones volcánicas (Hdez Pacheco-A. Valls, 1978) tanto del Teide como de otros conos volcánicos, en tiempos anteriores a la invasión castellana y durante la misma. El gentilicio lo dieron los isleños de Gran Canaria al iniciarse la campaña militar de Tenerife al final del s.XV. La voz como tal no aparece en ningún documento del s.XIV, ni a principios ni a mediados del s. XV. En la Pesquisa de Pérez de Cabitos, mandada por los RR.CC. y redactada en 1477 sobre la viabilidad de la “conquista” definitiva de las islas que faltaban: Gran Canaria, La Palma y Tenerife, aún no aparece la voz “guanche”.
Por otro lado, es en las Crónicas Ovetense, Lacunense y Matritense( Morales Padrón, 1978) en donde se documenta por primera vez la voz “guanche” para nombrar sólo y específicamene a los antiguos habitantes de Tenerife. Estas Crónicas fueron redactadas tiempo después de la anexión definitiva de todas las islas (1496) y concretamente de La Ovetense, donde se recoge la intención de Alonso de Lugo de acceder a La Palma y Tenerife desde Gran Canaria. F. Morales Padrón cree que el original fue redactado hacia 1525.
Sí aparece por primera vez la voz “guanche” en documento escrito a finales del s.XV en la información que da F. Maldonado, gobernador de Gran Canaria, cuando con sus huestes intenta la “conquista” de Tenerife a principios de 1491 al ser vencido en Geneto por los isleños:
"Llegaron a Canaria bien escarmentados y decía Maldonado "no más guanches, no más guanches" y Saavedra decía que más parecían fieras que hombres. Después fueron a hacer algunas presas y robos a Thenerife, aunque de muy poco precio, costando siempre hombres" ( Tomás Marin de Cubas, 1694, Ed.1993:184).
Igualmente, la voz "guanches alçados" aparece por primera vez en el Acta nº 19, del 26-I-1498 ("Acuerdos del Cabildo de Tenerife", Ed. 1996) y, entre otras, la voz "guanches", en la Data 647 del 9-III-1498 (E.Serra, 1978, en F.P. Deluca, 2017).
De los cronistas más tempranos del s.XVI se nos recuerda que:
”.En otro tiempo fue habitada esta isla (Tenerife) de los naturales della que llamamos “guanches...”( A. de Espinosa, 1594).
 
Pablo de Luca

 

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